El marketing digital es una disciplina que ha ido creciendo de manera paralela a la democratización de internet, es decir, a partir del acceso masivo de la población a internet. A medida que la gente ha ido teniendo la posibilidad de acceder de manera habitual a internet, los emprendedores han ido descubriendo posibilidades de negocio en la red, hasta el punto de que hoy en día es casi imposible imaginarse la supervivencia de cualquier empresa o cualquier proyecto emprendedor sin tener presencia en la red, incluso se trate de un sector que no dependa en demasía de las nuevas tecnologías.
La dependencia de internet y las nuevas tecnologías es también lo que impide que sea fácil crecer en internet, destacar con la presencia en la red. Internet es una plataforma que ofrece muchas facilidades para crear negocios y desarrollar ideas, pero es justo esta facilidad lo que trae consigo como consecuencia una alta competencia en todos los campos.
Por esta razón, resulta imprescindible estar atento, informarse e innovar en las estrategias a seguir para generar contenidos de calidad, que sean relevantes y atraigan la atención y el interés de los usuarios que navegan por la red y demandan determinados productos y servicios.
El marketing digital es, digamos, ese duro trabajo de posicionamiento en los mercados, las técnicas que ayudan a exponer los productos y servicios ante los clientes potenciales y las estrategias que se siguen para conseguir que los usuarios que ven ese contenido se transformen en prospectos, es decir, interactúen con la empresa de uno u otro modo.
Como comentamos, el marketing digital tiene como objetivo dar a conocer productos y servicios, para mejorar la marca y, en definitiva, favorecer las ventas. Para conseguir estos objetivos, las empresas ponen en marcha diferentes estrategias que van desde el uso de la inteligencia artificial hasta la elaboración de contenidos a medida con finalidades comerciales.
El marketing digital es compatible con el marketing offline, es decir, las formas de hacer mercadotecnia y publicidad que no dependen de internet y las nuevas tecnologías. Ambas disciplinas deben colaborar entre sí, esto es, que exista un plan estratégico que incluya ambas formas de hacer marketing donde se compartan contenidos y se lance la misma idea general para atraer clientes.
En la actualidad, debido a las ventajas que supone el marketing digital, existe una tendencia muy habitual a desprestigiar las diferentes técnicas de marketing offline, y esto en realidad es un error, pues no todo el mundo tiene acceso a internet por la brecha digital, o simplemente no desea ser bombardeado constantemente cuando navega por anuncios y contenido promocional, de modo que recurre a otras formas de marketing.
Volviendo al marketing online, existen algunas dinámicas que son básicas y fundamentales para promocionar el crecimiento en la red de cualquier empresa: el marketing de contenidos, el trabajo incansable en redes sociales y la creación de una arquitectura web funcional que garantice una buena experiencia de usuario.
El marketing de contenidos o content marketing se basa en la creación de información de interés para los usuarios, esto es, contenido que resulte relevante para los internautas. El objetivo no es otro que el de generar un aumento de visitas.
En el marketing de contenidos se incluyen los artículos para blogs, las comparativas de productos, las noticias en medios generalistas o especializados, la creación de canales en plataformas como YouTube e incluso el uso específico de redes sociales para esta práctica.
En marketing online las diferentes dinámicas a seguir no son estancos, sino que son categorías muy fluidas, muy difusas. En cualquier caso, es imprescindible que a la hora de generar contenido atendiendo a los algoritmos de los buscadores.
Las redes sociales se han convertido en un instrumento de comunicación muy valioso desde el punto de vista comercial. Los mensajes publicados en redes sociales tienen una importante repercusión mediática y llegan a un gran número de clientes potenciales.
Entra en juego aquí de manera importante el content marketing, pues si a través de las redes sociales no se difunden o comparten contenidos de valor, hacer uso de esta herramienta tiene poco sentido.
Los mensajes y el contenido que se genere en redes sociales han de ser imaginativos y adaptados a la red en la que se van a publicar. No es lo mismo hacer un vídeo en YouTube que iniciar un directo en Instagram, por ejemplo.
Una tercera dinámica que no puede faltar en cualquier estrategia de marketing online es la creación de espacios web que sean agradables para los usuarios, que permitan una navegación ágil, divertida y satisfactoria.
Entran en juego aspectos como el diseño web, la facilidad para los contenidos estén adaptados a cualquier dispositivo electrónico y la inteligencia artificial, pues cada vez son más comunes las búsquedas por voz, de modo que esto obliga a optimizar las páginas para que Google las localice y posicione adecuadamente.
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